Problemas de Conducta
Lo que hacemos tiene un por qué
Perspectiva general
Los problemas de conducta son dificultades comportamentales que afectan la convivencia y el desarrollo de quien los padece y de sus entornos más próximos. Algunos problemas de conducta como la desobediencia, las rabietas y la agresividad, a pesar de ser normales y propios de determinadas edades, pueden ser difíciles de abordar por los padres, pudiendo estos llegar a sentirse sobrepasados. Cuando dichos problemas incluyen comportamientos desafiantes o impulsivos, consumo de drogas y/o actividades delictivas, podemos hablar de un Trastorno de Conducta.
Entre los trastornos estrechamente ligados con las dificultades comportamentales, estarían el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), los Trastornos Disruptivos del Control de los Impulsos y de la Conducta (Negativista Desafiante, Explosivo Intermitente, Piromanía, Cleptomanía, etc.), los Trastornos de Ansiedad (Separación, Fobia Específica, Ansiedad Social, etc.), los Trastornos Depresivos (Desregulación Disruptiva del estado de ánimo, Depresivo Mayor, Depresivo Persistente o Distímico, etc.), el Trastorno del Espectro Autista (TEA) y el Síndrome de Gilles de la Tourette.
En cualquier caso, y sin necesidad de tener que poner nombre a todos los problemas conductuales, cualquier dificultad comportamental que afecte significativamente al sujeto que la padece y a su entorno más cercano, es susceptible de ser atendido o cuanto menos consultado.
Actualidad
El artículo publicado por Pediatría Integral (2012), situaba entonces la prevalencia de los trastornos comportamentales en un 2,5% en niñas y 6% en niños. También señalaba que se consideraba el motivo de consulta no orgánico más frecuente en las unidades de pediatría. La prevalencia de los trastornos del comportamiento en niños de edades comprendidas entre los 5 y 10 años, fluctuaban entre el 4,8% y el 7,4% para niños y entre el 2,1% y el 3,2% para niñas, en función del estudio consultado. Para los trastornos de la conducta en adolescentes, la prevalencia variaba entre un 1,5% y un 3,4%. En términos generales, la prevalencia parecía ser mayor en zonas urbanas y en clases sociales bajas
Según la Encuesta Nacional de Salud [ENSE], España 2017, en población infantil (0-14 años) la prevalencia de trastornos de la conducta (incluyendo hiperactividad) fue de 1,8%, y la prevalencia de trastornos mentales (depresión, ansiedad) de 0,6%, la misma que la de autismo o trastornos del espectro autista (3-14 años), 0,6%, que se recoge por primera vez.
El 10,7% de la población de 0 y más años consume tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir (13,9% en mujeres y 7,4% de los hombres), y el 5,6% de la población de 15 y más años toma antidepresivos o estimulantes (7,9% de las mujeres y 3,2% de los hombres).
En la población infantil, las diferencias según la clase social no son evidentes excepto en los trastornos conductuales (incluyendo hiperactividad) en varones, marcadamente más frecuentes en las clases bajas. La prevalencia de los trastornos de la salud mental infantil estudiados es mayor en varones, excepto la depresión/ansiedad. La mayor diferencia por sexo se declaró en los trastornos de la conducta (incluyendo hiperactividad), 2,8% en niños y 0,7% en niñas.
